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HIPERTENSIÓN ARTERIAL

La hipertensión es la elevación persistente de la presión sanguínea en las arterias, puede ser periódico o permanente, y ocurre cuando la presión interior se mantiene permanentemente por encima de 140/85 en estado de reposo. 
La arteriosclerosis es la consecuencia del endurecimiento de las arterias y de los vasos sanguíneos. Esta es una condición en la que se presentan algunos procesos degenerativos dentro de los cuales existe un alto riesgo de sufrir graves accidentes cardiovasculares, por lo que resulta muy importante estar pendientes de mantener los niveles de colesterol y de presión arterial muy controlados. 
Consecuencias de la hipertensión
La hipertensión no tratada puede producir diversos daños orgánicos (el denominado daño de los órganos diana). Corazón, cerebro, riñones, vasos sanguíneos y ojos son particularmente vulnerables.


Sintomatología

La mayoría de las personas con presión arterial alta no presentan síntomas. La única manera de saber si su presión arterial es demasiado elevada es que sea medida por un profesional de salud. Sin embargo las personas con una marcadamente elevada presión arterial pueden experimentar:

  • Dolores de cabeza

  • Mareos

  • Visión borrosa

  •  Náuseas y vómitos

  •  Dolores en el pecho y dificultad para respirar.

 

 

 Factores desencadenantes de la hipertensión

 Obesidad: A medida que aumenta el peso corporal, la presión arterial aumenta. El exceso de peso aumenta el riesgo de padecer hipertensión.
 Sensibilidad al Sodio (sal): Algunas personas tienen una alta sensibilidad al sodio y su presión arterial aumenta si ingieren comida con sal. La reducción de la ingesta de sodio tiende a bajar su presión arterial. La comida rápida y los alimentos preparados  contienen cantidades de sodio particularmente elevadas. 
 El consumo de alcohol: Beber más de una o dos copas de alcohol por día tiende a aumentar la presión arterial, mas en las personas que son sensibles al alcohol.
Las píldoras anticonceptivas (anticonceptivos orales): Algunas mujeres que toman píldoras anticonceptivas desarrollan hipertensión.

La falta de ejercicio, el sedentarismo, además de provocar por sí mismo un importante daño a nuestro sistema cardiovascular, contribuye a acentuar los efectos de otros factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión o el colesterol. Una persona sedentaria tiende a tener sobrepeso, suele fumar y es habitual que tenga una alimentación desequilibrada. 
 Los diferentes eventos de nuestra vida, en especial los que provocan emociones negativas como la ira, miedo o tristeza, han sido reconocidas desde hace mucho tiempo como capaces de producir un aumento en los valores de la presión arterial.
Medicamentos: Algunas drogas, como las anfetaminas (estimulantes), las píldoras anticonceptivas y algunos medicamentos utilizados para el resfriado y los síntomas de las alergias, como la pseudoefedrina, tienden a aumentar la presión arterial.
Muchos medicamentos como la aspirina o analgésicos como el ibuprofeno producen tensión alta. Un estudio publicado en la revista médica "Archives of Internal Medicine" encontró que las personas que toman aspirina o analgésicos como el ibuprofeno la mayoría de los días tenían un 33% de probabilidad de desarrollar hipertensión. Teniendo en cuenta que la hipertensión también incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas, no es sensato el uso de este tipo de medicamentos. 

Investigaciones y Estudios 

    • Algunas investigaciones indican que el ajo puede reducir en un 7% a 8% la presión arterial en las personas que tienen la tienen alta. 
    Un estudio realizado por la universidad de Columbia, fue redifundido recientemente y determinó que el consumo de cereales de avena reduce en un 5% los niveles de colesterol. A su vez, combate la hipertensión y ayuda a fortalecer las funciones neurológicas. 
    • El apio es un excelente aliado en la batalla contra la hipertensión. El Dr. William J. Elliot (8 y 9), farmacólogo de la universidad de Chicago, ha corroborado los efectos hipotensores del apio.  
    •  Los investigadores Loeper y Golan estudiaron la relación entre la tasa de Silicio en el tejido aórtico y la ateroesclerosis, constatando que toda infiltración lipídica, conlleva una disminución de Silicio en las paredes arteriales. El silicio le confiere su flexibilidad a las arterias. (Desmonty 198819) y es uno de los elementos constantes en la estructura de las paredes vasculares sanas. El silicio orgánico contribuye a la salud cardiovascular al disminuir los niveles de colesterol y la hipertensión arterial. En estudios realizados por Pometan (1978) con animales y posteriormente corroborado en humanos, se ha observado que el silicio orgánico produce una reducción de los niveles de colesterol en la sangre, hígado y aorta. 
    • De acuerdo con investigadores la meditación sencilla que se basa en la utilización de mantras, palabras simples como “OHM”, que se repiten continuamente, ayuda a eliminar emociones negativas y alivia el estrés y la ansiedad. 


Tratamiento Natural
    • Silicio orgánico de 30ml a 60ml al día
    • Licuado de apio y manzana por las mañanas y a media
      tarde.
    • Un ajo crudo diario, ya sea masticado o tragado en pequeñas porciones.
    • Introducir a la dieta cereales integrales como la avena, trigo, mijo…
    • Frutas y verduras con alto contenido en fibra, potasio, magnesio y vitamina C como: espinacas, coles de bruselas, diente de león, zanahorias, guisantes, alcachofas, melocotones, ciruelas, piñas, plátanos, pomelos…
    • Frutos secos y semillas como: almendras, nueces, semillas de girasol, semillas de chia…
      


*Todas estas recomendaciones dieteticas se hacen a título general, no debemos olvidar que para cada caso en particular deberían ser supervisadas por un profesional de la salud cualificado* 

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